Mala sombra, con la dirección de Omar Pacheco:

Una nueva estética narrativa de la danza

Obra: Mala Sombra. Una nueva estética narrativa de la danza.
Intérpretes: Marilia Quevedo, Dabel Zanabria, Matías Rodogno, Ivamma Carrizo, Valentín Mederos y Andrea Franchinetti.
Músicos: Maximiliano Bus (composición y guitarra), Nahuel Sierra Bas (composición y guitarra), Ezequiel Moyano (Violín), Stella Carbone (Canto) y German Papu Gigena (Percusión).
Coreografía: Marilia Quevedo - Dabel Zanabria.
Escenografía: Tadeo Jones.
Vestuario: Lorena Bonilla.
Diseño de Luces: Omar Pacheco.
Guión, dirección coreográfica, idea y producción: Alejandra Kogan.
Director general: Omar Pacheco.
Lugar: Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (http://www.centrocultural.coop/)
Av. Corrientes 1543, CABA. / Te. 011-5077-8077
Funciones: Viernes y sábados 23.00 hs.
Valor de la entrada: $40.00

Mala Sombra es un espectáculo que cuesta rotular, un espectáculo que rompe el molde. Esta original puesta, dirigida por Omar Pacheco, crea una nueva narrativa dramática y audiovisual. Es así , como no sólo se produce la fusión de las artes teatrales con la danza de una manera sumamente novedosa, sino que también se amalgaman distintos estilos musicales de una manera tan exquisita que no se siente ni el más mínimo quiebre en las transiciones de un ritmo a otro. El sonido emerge de una manera tan armoniosa y natural que la relación con el relato pareciera establecerse bajo un vínculo reciprocidad. La historia necesita de esa música como ésta de aquel relato para ser vivída.

Así, si bien el flamenco y el folklore argentino son los protagonistas del show, también el tango encuentra su lugar para pincelar los momentos más nostálgicos de la obra.

El guión está a cargo de Alejandra Kogan, quien también dirige la coreografía de la pieza. La historia sobre la que versa Mala sombra es una historia de pasiones amorosas, engaños y desencuentros en dónde el nivel de desarrollo metáfórico que se ha logrado es difícil de contar con palabras.

La puesta de luces, que se encuentra en sincronización permanente con el arte de los cuerpos que danzan al compás de la música, es de una complejidad tan asombrosa que por momentos emociona. Claro que esto difícilmente se lograría sin el nivel de actuación de excelencia de los protagonistas y, en este sentido, es de destacar la labor de la primera bailarina (ó ¿deberíamos decir primera actriz?), Marilia Quevedo.

Los músicos que, con su labor detrás de bambalinas, le aportan al espectáclo la frescura del sonido en vivo son: Maximiliano Bus, Nahuel Bas, Ezequiel Moyano, Satella Carbone y Germán Gigena.

Mala sombra, un espectáculo vanguardista en dónde se nos invita a despertar los sentidos y dejarnos conmover.