lunes, 1 de febrero de 2010

La noche antes de los bosques con Mike Amigorena





La noche antes de los bosques de Bernar Marie – Koltés, uno de los dramaturgos franceses más destacado del Siglo XX, podría sin dudas analizarse en paralelo a un texto del filósofo polaco Zygmunt Bauman ya que en algún punto pareciera que una y otra obra dialogaran.

En un libro, llamado Lesgisladores e intérpretes, Bauman sostenía que el pasaje de la premodernidad a la modernidad se caracterizaba por un proceso de transformación en donde las sociedades habían pasado de ser “culturas silvestres” a “culturas de jardín” (culturas cultivadas). Producto de este cambio, también se había trastocado la relación del hombre con su mundo, con su entorno social. El hombre premoderno dejaba definitivamente de ocupar un rol de “guardabosque” para llevar adelante una labor más propia a la de un “jardinero”.

De esta manera, el guadabosque que sólo se ocupaba de cuidar y preservar el bosque de peligros externos, abre el paso a la figura del jardinero. Este último será quién emerja de la misma sociedad para moldearla a su antojo: la podará, le quita las malezas, le pondrá tutores para que las plantas crezcan según lo establecido y demás, haciendo que el bosque mute definitivamente a un jardín “bien cuidado”.

La noche antes de los bosques rescata justamente todo lo que queda en los bordes de esa sociedad “bien educada”. Esto no es de sorprender ya que Koltés tenía una gran sabiduría para rescatar lo marginal de la sociedad y mostrarlo con un lenguaje ácido que llevaba implícito una profunda crítica al Status Quo.

No está demás decir que el texto de esta obra es impecable y que le propone al espectador la maravillosa tarea de ponerse a trabajar. No es una obra pasatista. Si uno quiere ir al teatro a “pasar un rato” será mejor que elija otra opción. Lejos de esto, La noche antes de los bosques nos empuja a zambullirnos en nuestro interior y a bucear entre aquellas sensaciones de opresión que seguramente todos hemos experimentado en esta ciudad cosmopolita.

El tema de la territorialidad también es abarcado. Pese a que todas las grandes ciudades tienen a aproximarse y parecerse en sus mecanismos de domesticación, Koltés muestra como no es lo mismo experimentarlo en el terruño propio que en el ajeno. Aparece así la tensión de ese ser que, sintiéndose un permanente extraño, intenta sobrellevar como puede la enajenación que le produce aquel espacio en donde no puede ser más que un extranjero, un perfecto desconocido.

Cuando la obra se inicia, el juego se abre y es imposible no jugarlo. Uno comienza a tratar de establecer relaciones, de encontrar recorridos lógicos (o ilógicos?) antes un texto fragmentario. El guión que está colmado de excelentes descripciones, al mejor estilo Cortazariano, nos sorprende constantemente con giros y más giros.

La circularidad está presente y no de manera casual. Hasta en la misma escenografía aparece el concepto de lo esférico y lo cíclico. Sobre el escenario se ha montado, con mucho atino, un dispositivo que realza justamente el plano del ida y vuelta, del escape y del eterno regreso a esa “jaula” circular que se ciñe por encima del pequeño hombre que corre y corre pero que siempre está anclado en el mismo lugar.

Cabe aclarar que lo de “pequeño hombre” es sólo figurativo , y sirve para representar la potencia del texto y del mecanismo opresor, porque sobre las tablas es imposible no quedar cautivado por un gran Mike Amigorena que brilla con todo su esplendor. Su presencia escénica y la expresión que cobra a través del impactante uso que hace del lenguaje corporal, dan cuenta de la talla de este actor. En La noche antes de los bosques, Amigorena demuestra tener la capacidad necesaria para soportar el éxito masivo de una tira de TV (Los exitosos Pell$) sin embriagarse, pudiendo así volver de una manera plena a su primer amor: las tablas.

¿Será aún posible el regreso a los bosques sin jardineros que se asomen con la intención de podarnos?



Días / Horarios de Funciones:
Viernes y sábados 23.00 horas. Domingos 21 horas
Sala: Paseo La Plaza. Sala Pablo Neruda.
Entradas: desde $50.-
Venta telefónica: Platea Net 5236-3000

Ficha técnica:
Autor: Bernard Marie Koltès
Traducción: Silvana Stabielli
Adaptación: Silvana Stabielli y Alejandra Ciurlanti
Intérprete: Mike Amigorena
Dirección General: Alejandra Ciurlanti
Diseño de escenografía: Alberto Negrin
Diseño de luces: Eli Sirlin
Música original: Ivan Wyszogrod
Diseño de Sonido: Guillermo Lopez
Coreografía: Diana Szeinblum
Vestuario: Silvio Rodríguez Molina
Asistente de dirección: Luciano Villa
Producción ejecutiva: Fernando Zaldivar Posse
Dirección de producción: Alejandra Menalled

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se ve que te gustó, qué semejante crítica!
Yo también la vi y la verdad es que me sorprendí gratamente con el trabajo de Amigorena