"Hacé que un niño conozca la ópera", invitan los organizadores de Amahl. Un cuento de Navidad, una versión libre en castellano sobre la obra del compositor italoestadounidense Gian Carlo Menotti. Se apela a los mayores, que son los que pueden tomar una iniciativa quizá poco frecuente, pero lo que se propone es una "ópera infantil", para que los más chicos tomen contacto con el género a través de un cuento de Navidad. La puesta de Música en Escena, en el Auditorio San Rafael de Núñez, propone un gran despliegue, con seis cantantes en escena, a los que se suman el coro Mater Amabilis, la orquesta de cuerdas de Monte Grande, más flautas y teclados.
Con dirección musical de Silvana D'Onofrio y Rosana Santoro (ambas egresadas del Conservatorio Manuel de Falla, y del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón en el caso de Santoro), la puesta de este cuento de Navidad está específicamente pensada para chicos. La obra original –titulada Amahl y los visitantes de la noche– fue encargada por la cadena de televisión norteamericana NBC a Menotti para la Navidad de 1951, y desde entonces se siguió emitiendo año tras año, el mismo día y a la misma hora. Pero pronto también el teatro se apoderó de esta ópera, estrenada en Nueva York en 1952 y recreada en todo el mundo, ya transformada en un muy popular cuento clásico navideño.
La historia tiene mucho de mágico, pero también un drama que la sustenta: es medianoche y Amahl, un niño con una pierna coja que toca la flauta delante de la humilde cabaña en la que vive, ve una estrella muy especial que atraviesa todo el firmamento, algo fuera de lo común. Su madre no le cree: piensa que su hijo está sufriendo alucinaciones por el hambre que están pasando. Tampoco le cree que los que ve llegar, uno tras otro, son los tres Reyes Magos, que llevan un destino prefijado. Desesperada por la pobreza que está sufriendo con su hijo, la madre intenta robar algo del oro que llevan estos hombres a cuestas, pero es descubierta por el paje. Lo que sigue es una defensa de Amahl a su madre, una curación milagrosa y un viaje a Belén para ofrendar un nuevo tesoro, el de la música de la flauta de Amahl.
Música en Escena nació como un espacio artístico destinado a la investigación y puesta en escena de la música vocal en todas sus expresiones, y entre sus objetivos está el de fomentar y difundir la ópera, especialmente en los chicos. Y abrir, en general, la posibilidad del descubrimiento del mundo de la lírica, también para aquellos que no frecuentan el género, que quizá nunca fueron a ver ópera. Como suele ocurrir en tantos espacios y situaciones cotidianas, hay mundos enteros que se abren de la mano de los chicos.
Fuente: Página12
Con dirección musical de Silvana D'Onofrio y Rosana Santoro (ambas egresadas del Conservatorio Manuel de Falla, y del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón en el caso de Santoro), la puesta de este cuento de Navidad está específicamente pensada para chicos. La obra original –titulada Amahl y los visitantes de la noche– fue encargada por la cadena de televisión norteamericana NBC a Menotti para la Navidad de 1951, y desde entonces se siguió emitiendo año tras año, el mismo día y a la misma hora. Pero pronto también el teatro se apoderó de esta ópera, estrenada en Nueva York en 1952 y recreada en todo el mundo, ya transformada en un muy popular cuento clásico navideño.
La historia tiene mucho de mágico, pero también un drama que la sustenta: es medianoche y Amahl, un niño con una pierna coja que toca la flauta delante de la humilde cabaña en la que vive, ve una estrella muy especial que atraviesa todo el firmamento, algo fuera de lo común. Su madre no le cree: piensa que su hijo está sufriendo alucinaciones por el hambre que están pasando. Tampoco le cree que los que ve llegar, uno tras otro, son los tres Reyes Magos, que llevan un destino prefijado. Desesperada por la pobreza que está sufriendo con su hijo, la madre intenta robar algo del oro que llevan estos hombres a cuestas, pero es descubierta por el paje. Lo que sigue es una defensa de Amahl a su madre, una curación milagrosa y un viaje a Belén para ofrendar un nuevo tesoro, el de la música de la flauta de Amahl.
Música en Escena nació como un espacio artístico destinado a la investigación y puesta en escena de la música vocal en todas sus expresiones, y entre sus objetivos está el de fomentar y difundir la ópera, especialmente en los chicos. Y abrir, en general, la posibilidad del descubrimiento del mundo de la lírica, también para aquellos que no frecuentan el género, que quizá nunca fueron a ver ópera. Como suele ocurrir en tantos espacios y situaciones cotidianas, hay mundos enteros que se abren de la mano de los chicos.
Fuente: Página12
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