sábado, 20 de marzo de 2010

Marathon en el Teatro Cervantes



Algunos actores de la obra: María Fiorentino, Pepe Novoa y Pompeyo Audivert

Marathon (de Ricardo Monti) fue estrenada por primera vez en 1980 en el Teatro Payró. Es posible que el mecanismo de control ejercido sobre la cultura por aquellos años no lograra decodificar del todo su mensaje. Quizás esa sea la explicación para que este guión, cuestionador los mecanismos sutiles de control de la sociedad, haya pasado desapercibido ante los ojos de los censores.

La historia relata una paupérrima maratón de baile que se organiza en algún suburvio porteño en la década de 1930. En esta especie de concurso se inscriben seis parejas que danzan sin descanso durante largos días, motivados por alcanzar el sueño de un supuesto premio sorpresa. En la competencia existe un animador que grita constantemente estimulando a los participantes a seguir, a continuar, a no abandonar, a no detenerse ni siquiera si se tiene fiebre o si se está lesionado, porque lo más importante es el show. Lo fundamental es satisfascer a los espectadores, ávidos de ver la denigración humana que los concursantes están dispuestos a mostrar en aquella pista. Cualquier semejanza con la realidad cotemporánea es pura coincidencia.

Con el transcurrir del tiempo, lo único que motiva a los participantes a no retirarse es su “fe”. Una férrea creencia en la espectacularidad de una compensación sorpresa que cada uno sueña que se cristalice de distintas maneras.

La dirección de Villanueva Cose ha sacado de cada uno de los actores que conforman la obra seres extraordinarios, ricos por donde se los mire. El animador, que es encarnado por Pompeyo Audivert, es un ser sumamente repulsivo y atrayente a la vez. Paradoja que el actor conjuga en el desarrollo de este papel magnífico que causa una atención y un deslumbramiento constante en el espectador, mientras que por otra parte provoca un rechazo repulsivo por todo lo que este sujeto ruín representa. La ambivalencia parece una constante en la caraterización de los personajes. El trabajo de Pepe Novoa transmite pena y ternura. El de María Fiorentino, risa y tristeza. El de Martín Slipak, curiosidad y desconcierto.

El hermoso vestuario, obra de Daniela Taiana, le da el toque final a una excelente caracterización lograda en la construcción de las personalidades diversas que ideara Ricardo Monti para contar esta historia. La puesta en escena es impactante. La sala María Gerrero del Teatro Nacional Cervantes es un extraordinario lugar para montar esta obra. Su estilo de época hace que la escenografía maravillosa de Tito Egurza (montada entre el nivel de lo corpóreo y de lo virtual) se ensamble de una manera casi perfecta con la sala que le da cobijo.

Marathon es una de las grandes obras del teatro Argentino. Una pieza profunda que nos invita a cuestionarnos sobre todo aquello que estamos dispuestos a hacer y a asumir para alcanzar nuestra meta. Objetivo que solemos defender a rajatabla, aun cuando ni siquiera sepamos bien de qué se trata y si verdaderamente vale todo lo que hacemos por alcanzarlo. Nos preguntaremos: ¿El fin siempre justifica los medios? ¿Cuál es el límite? ¿Cuál es nuestro límite?



Ficha técnica:

Autor: Ricardo Monti

Director: Villanueva Cosse

Actores: Pompeyo Audivert, Luis Campos, Verónica Cosse, Patricia Duran, Marcelo Firentino, María Fiorentino, Irene Goldszer, Iride Mockert, Montengro, Ivan Moschner, Pepe Novoa, Sebastián Richard, Lucía Rosso, Martín Slipak.

Vestuario: Daniela Taiana

Escenografía y multimedia: Tito Egurza

Luces: José Luis Fioruccio

Musicalización y música original: Carmen Baliero.

Coreografía: Camila Villamil

TEATRO NACIONAL CERVANTES

Libertad 815, CABA/ Tel: 4816-4224

Web: http://www.teatrocervantes.gov.ar

Jueves a Sábados 21:00 hs.

Domingo 20.30 hs.

Valor de la entrada: $30 y jueves $25.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No disfrute esta obra de teatro porque me resulto agobiante y la
musica permanente como un castigo al oido.

Anónimo dijo...

Yo coincido con la nota, al vi y me pareció una metáfora maravillosa de nuestra sociedad.
Saludos!

Pablo Castro dijo...

Me encantó esta obra, muy bien diseñada, actuada y producida.
Me atrapó al instante, y la disfruté hasta el detalle desde los zapatos en la pista hasta el fondo que va cambiando, pasando por cada personaje. Ya la recomendé a todas mis amistades.

[Cecilia: También me gustó mucho este blog, muy completo. Gracias.]

Anónimo dijo...

la verdad k me gusto pocoo,....de a ratos se ponia re densa con lo mismo es mas el comienzo es demasiado largo y ya me estaba aburriendo...pero los actores de maravilla...muy bueno la actriz k hacia de elena y la k hacia de la pendeja loca!!..muy bien actuadoo...!!!!