Días eternos - Teatro Cervantes

El cuidado de los ancianos siempre trae aparejado amplios debates hacia adentro del seno familiar. Las responsabilidades y deberes de cada uno de nosotros se acuerdan como si los mayores fueran para todos una carga muy pesada de llevar. Pero ¿qué pasa cuando a quien hay que cuidar ya no es un familiar? Este es el caso de Días eternos, obra en donde un hombre desocupado y caído del sistema (Pablo Cedrón) se transforma a la fuerza en un “caballero de compañía” de un octagenario, padre de una vecina (Max Berliner).

Es así como la relación casi inexistente entre estas dos personas se modificará a partir de la llegada de otro desamparado (Marcelo Mazzarello): un amigo de la infancia de aquel especie de “guardián de la tercera edad” que traerá consigo las claves para interpretar al anciano, quien a causa de los achaques de la edad ha perdido hasta la capacidad del habla.

Las actuaciones son muy buenas, aunque lo más destacado de la obra es el complemento casi perfecto que hacen las miradas de los dos amigos junto con las del mayor. Este juego de gestos y de muecas no necesita de las palabras.

Días eternos es una obra tierna por momentos y satírica por otros. Una pieza en donde en varias ocasiones veremos reflejada nuestra propia vida cotidiana en ese conflicto común que es el cuidar a nuestros ancianos.

Ficha técnica:
Autoría: Carlos Pais. Actúan: Max Berliner, Pablo Cedrón, Marcelo Mazarello. Dirección: Gladys Lizarazu. Escenografía: Alfonso Sierra Vestuario: Carolina Sosa Loyola Música: Javier Bustos

Teatro: Teatro Nacional Cervantes Dirección: Av. Córdoba 1155, Ciudad Autónoma de Bs. As. OBRA ACTUALMENTE EN GIRA NACIONAL